viernes, 11 de abril de 2008

Sísifo versus Ouroboros

¿Está todo dicho? ciertamente pienso que no, más en ocasiones me invade la sensación del déjá vu, o del Eterno Retorno. Y si todo va a repetirse un número infinito de veces, o sin hacerlo sentimos que lo realizado ya ha sucedido con anterioridad ¿que podemos hacer?.
Creo que de las muchas cosas que bien podríamos enumerar, me quedo con la ilusión, reivindico lo simple, aquello que nos ilusiona y nos llega directamente al corazón. Cada día es nuevo y cada experiencia una oportunidad, quizá en ocasiones los árboles no nos permitar ver el bosque, pero si miramos con nuevos ojos veremos que ahí está la razón para seguir.

Yo al menos así lo espero. Pues más que en monotonía y castigo, como a Sísifo en su eterno movimiento de la roca por la pendiente, pensemos en la renovación continua.
Así que quedémonos con Ouroboros la serpiente que muerde su propia cola como signo del renacer y dejemos a Sísifo de lado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Evolucionar o morir? ¿Somos siempre los mismos o hay un momento o unos momentos en la vida en los que mudamos la piel para convertirnos en otros? o ¿Llevar siempre la misma piedra a cuestas y hacer con ella una y otra vez el mismo recorrido? Creo que mejor evolucionar, de lo contrario el principio y el fin siempre serían uno, demasiado aburrido ¿no crees?

Anónimo dijo...

Evolucionar, renovarse, renacer...Pero sin dejar de ser nosotros mismos.