martes, 18 de marzo de 2008

Solo la esperanza puede liberar




No tengo ni la más remota idea de que coño cantaban aquellas dos italianas y lo cierto es que no quiero saberlo, las cosas buenas no hace falta entenderlas. Supongo que cantaban sobre algo tan hermoso que no podía expresarse con palabras y que precisamente por eso te hacia palpitar el corazón.

A veces me entristece que Andy no esté aquí y tengo que acordarme de que algunos pájaros no pueden ser enjaulados, sus plumas son demasiado hermosas. Y cuando se van volando se alegra esa parte de ti que siempre supo que era un pecado enjaularlos. Aun así el lugar donde tú sigues viviendo resulta más gris y vacío cuando ya no estan. Supongo que hecho de menos a mi amigo.

No hay día que pase sin que me arrepienta, no porque esté preso ni porque usted crea que debería hacerlo. Pienso en como era yo entonces, un chico joven y estúpido que cometió un terrible crimen. Y quisiera hablar con él, me gustaría que entrara en razón, decirle como son las cosas, pero no puedo. El chico se fue hace años y este viejo es lo único que queda. He de vivir con eso. ¿Rehabilitado? Es solo una palabra de mierda. Así que rellene sus formularios hijo y no me haga perder más el tiempo. Porque si le digo la verdad, me trae sin cuidado.

Es un pequeño lugar en el Oceano Pacífico. ¿Sabes lo que dicen los mexicanos del Pacífico? Que no tiene memoria. Allí quiero vivir por el resto de mi vida. Un sitio cálido que no tenga memoria. Abrir un pequeño hotel en la playa. Comprar un barco antiguo y dejarlo como nuevo. Sacar de paseo a mis huéspedes para ir de pesca... Sabes, en un sitio como ese, necesitaría a un hombre que sepa como conseguir cosas.

Frank Darabont, "Cadena perpetua" (1994)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y la amistad tambien puede liberar, la verdadera amistad.

Anónimo dijo...

Claro que si, pues hay muchas cosas que nos dan esperanza.